jueves, 29 de noviembre de 2012

Los siete principios para hacer que el matrimonio funcione

Manual práctico y ameno para comprender y mejorar tu relación de pareja

El libro Los siete principios para hacer que tu matrimonio funcione se basa en los resultados de un estudio de 50 parejas elegidas al azar que participaron en "el laboratorio del amor": un experimento en el que pasaban un fin de semana completo en un apartamento con cámaras para que sus comportamientos e interacciones pudieran ser estudiadas.
Después de años de estudiar las interacciones de parejas hasta su eventual divorcio o bien la continuación de su matrimonio, el autor asegura que puede calcular en los primeros cinco minutos de observar a una pareja si su unión fracasará. Asegura que en el 91% de los casos, acierta en su juicio.
Basado en estos estudios, Gottman asegura haber encontrado los principios fundamentales para que un matrimonio prospere.

Beneficios del matrimonio según el autor

- Las personas felizmente casadas viven un promedio de 4 años más que las que no están casadas
- Las personas casadas suelen enfermar menos, quizá porque el otro cónyuge le recuerda que cuide de su salud
- Los niños suelen tener una mayor probabilidad de éxito académico que los hijos de padres divorciados. Claro que los hijos que viven en familias en las que hay violencia doméstica o un ambiente hostil, también
Por qué fracasa la mayoría de las terapias matrimoniales, tan de moda en Estados Unidos:
- El consejo que suelen dar los terapeutas: mejorar la comunicación - es un mito. Gottleb asegura que, por el contrario, mejorar la actitud hacia el otro es lo que funciona
- Cuando una pareja acude a terapia suele ser demasiado tarde: cuando ya hay demasiado resentimiento
Los mitos del matrimonio:
- Que los problemas personales o neurosis pueden arruinar un matrimonio.
Gottman asegura que no es así, ya que lo que influye es el cómo la persona y su pareja abordan estas neurosis.
- Los intereses comunes unen a la pareja.
Gottman dice que no, ya que si hay intereses comunes pero la pareja no tiene una buena relación, no disfrutarán juntos de lo que supuestamente es un punto de unión.
- La infidelidad es motivo de divorcio.
Según el autor, la infidelidad es tan solo un síntoma de que algo va mal en la pareja. Falta algo: cariño, sexo, amistad, apoyo, comprensión, que uno de los cónyuges o ambos, termina por encontrar fuera del matrimonio.

Los enemigos del matrimonio según Gottman

- Criticar a la pareja.
Si los cónyuges se critican, se ríen el uno del otro y usan el sarcasmo para ridiculizarse mutuamente, se han perdido el respeto. Una cosa es decir: "me enfadé porque dejaste los calcetines en el piso" y otra muy diferente: "no sé cómo puedes ser tan sucio".
- Despreciar al cónyuge
El desprecio se basa en el resentimiento: en sentimientos de ira y frustración acumulados y no resueltos. Cuando una pareja se comunica con desprecio, la cosa va por mal camino. Si además esto se hace delante de otras personas, peor aún.
- Estar siempre a la defensiva
No dar el brazo a torcer ni pedir nunca perdón, por principio, conduce al fracaso. Si uno ataca y el otro se defiende atacando también, no se llega a ninguna parte.
- Evitar al cónyuge
Es casi lo mismo que el caso anterior, sólo que en lugar de defenderse abiertamente, la persona adopta una actitud pasiva. No responde a las preguntas del otro: "¿Dónde estuviste anoche?" "¿Por qué no me has saludado?" El silencio por respuesta o un "déjame en paz" es nefasto.
Señales de que una unión sentimental no tiene futuro:
- Sentir tensión emocional y corporal en presencia del otro, sobre todo durante discusiones.
- Que uno intente aliviar la tensión durante una discusión y el otro no lo acepte y siga en sus trece.
- Tener más malos que buenos recuerdos de los años pasados juntos hasta el momento. No se trata de lo que pasó en realidad sino de cómo se recuerda.
- Se siente que el final llegó:
1. Uno o ambos sienten que el conflicto matrimonial es grave o insoportable
2. Dejan de hablar. Cada miembro de la pareja procura solucionar las cosas por su cuenta
3. Llevan vidas separadas. Pierden el interés en lo que hace el otro, no hacen esfuerzos por conectarse e incluso sienten alivio cuando están sin su pareja
4. Cada cónyuge se siente más solo en el matrimonio que sin compañía

Qué hace que un matrimonio funcione

- Que ambos sean emocionalmente inteligentes: que se respeten, se apoyen, se admiren y que tengan sentido del humor. Deben estar dispuestos a utilizar una seña, una palabra clave, una gesto chistoso, para interrumpir una discusión sin salida.
- Deben basarse en la amistad e involucrarse en la vida del otro. Es saludable que tengan intereses e incluso trabajos diferentes, pero es vital estar pendientes el uno del otro y saber cuándo el cónyuge necesita apoyo, ayuda, o simplemente hablar.
- El matrimonio ha de ser un punto de apoyo y no fuente de angustia. Debe dar energía, no restarla. Un matrimonio sólido es aquél en que ambos apoyan los sueños del otro, se animan mutuamente y juntos sienten que pueden resolver cualquier problema.
Cómo mejorar un relación:
- Conocer y esta al tanto de lo que piensa el cónyuge. Interesarse por sus preocupaciones, miedos, sueños, anhelos y proyectos.
- Avivar la pasión. Hay que encontrar tiempo y maneras de sentirse conectado emocional, mental y físicamente con el cónyuge.
- Resolver los problemas que tienen solución y aprender a vivir con los que no la tienen.

Evaluación del libro

He leído muchos libros sobre las relaciones matrimoniales e incluso he acudido a terapia de pareja para agotar todas las posibilidades de resolución de conflictos en un matrimonio. Mientras leía el libro, veía claramente como mi ex esposo y yo nos relacionábamos tal y como explica Gottleb que lo hacen las parejas abocadas al fracaso. Y cuando leí la explicación que da acerca de lo que hace que una pareja funcione, vi descrita mi relación actual.
El libro es práctico y tiene mucho sentido común, pero puedo entender que si alguien lo lee mientras está en plena crisis matrimonial posiblemente le cueste admitir que se encuentra en esa situación. El autor no es pesimista, sin embargo, sino que ofrece muchas claves, ejemplos e incluso ejercicios para conocerse mejor a sí mismo y también a la pareja.
Lo recomiendo a cualquiera que quiera mejorar su relación actual, porque todo se puede mejorar, y también a quienes hayan pasado por una separación o divorcio, para asegurarse de que comprenden cómo empezar su próxima relación con buen pie.
Características:
1. Unidad, como comunidad de vida. Ya el jurista romano Modestino, había definido al matrimonio, como “consorcio de toda la vida”, entendido no como unión indisoluble, sino duradera, hacia un fin y destino comunes.
2. Monogamia, unión de dos personas, aunque la poligamia es aceptada en los países musulmanes.
3. La diversidad de sexos, es una característica, que en ciertas legislaciones, ya no es relevante. Así están permitidas las uniones homosexuales en países europeos, como España, Bélgica y Holanda; y americanos, como Canadá y algunos estados norteamericanos, como Massachusetts y California. En África, Sudáfrica acepta este tipo de matrimonio. El Derecho Romano exigía la diversidad de sexos, para contraer enlace. La definición de Modestino comenzaba diciendo: “Unión del hombre y la mujer…”, aún cuando en la práctica era habitual la existencia de parejas homosexuales, no estaban legitimadas.
4. Permanente: esto está relacionado con la característica de unidad, y está dado por la finalidad o intención al contraerse, de que perdure en el tiempo, aunque luego esto no suceda.
5. Legalidad: En la mayoría de las legislaciones del mundo se exige el cumplimiento de requisitos legales para celebrar el matrimonio, y luego de constituido el vínculo, la ley regula los derechos y deberes de los esposos.
Los fines por los que se constituye el matrimonio, son irrelevantes para el Derecho Civil, aunque el Derecho Canónico, privilegia el fin de la procreación y la educación de los hijos, subordinando a éste el de ayuda recíproca y satisfacción sexual. El Derecho canónico considera a esta institución de derecho natural, y la incluye entre los sacramentos.
Requisitos:
1.- Distinto sexo, en algunas legislaciones.
2. Consentimiento de las partes, sin vicios, que debe ser puro y simple, o sea, no estar sometido a condición, plazo o cargo.
3. Ausencia de impedimentos (edad legal, parentesco, matrimonio subsistente, demencia.)
En el antiguo Derecho español, se diferenciaban dos tipos de matrimonio: el religioso y el civil, u oculto, con iguales efectos. Las Partidas consideraron al matrimonio religioso como obligatorio, sancionando con multas a quienes contrajeran solo matrimonio civil, aunque se lo consideró válido. Las Partidas, consideraron que al ser oculto este matrimonio (se realizaba en forma privada) podía ser desconocido por cualquiera de las partes. El Concilio de Trento, en el año 1563 dictó el decreto Tametsi, que declaró nulos los matrimonios clandestinos, obligando su celebración ante un párroco o sacerdote y dos o tres testigos.
El matrimonio civil comenzó a reconocerse a partir de la reforma protestante, al negarle al matrimonio el carácter de sacramento. La primera ley que consagró el matrimonio civil fue la de Holanda, el 1 de abril de 1850, con carácter optativo, para permitir el matrimonio entre católicos, en un país protestante.
La obligatoriedad de matrimonio civil apareció como idea en la Revolución Francesa, considerándolo la Constitución de 1791, como un contrato civil. Reglamentando dicha Constitución se dictó el 20 de septiembre de 1792, la ley que estableció obligatoriamente el matrimonio civil en Francia, norma que fue copiada por la mayoría de los países del mundo.


Lee todo en: El matrimonio | La guía de Derecho http://derecho.laguia2000.com/derecho-de-familia/el-matrimonio#ixzz2Df3yNsmx
Características:
1. Unidad, como comunidad de vida. Ya el jurista romano Modestino, había definido al matrimonio, como “consorcio de toda la vida”, entendido no como unión indisoluble, sino duradera, hacia un fin y destino comunes.
2. Monogamia, unión de dos personas, aunque la poligamia es aceptada en los países musulmanes.
3. La diversidad de sexos, es una característica, que en ciertas legislaciones, ya no es relevante. Así están permitidas las uniones homosexuales en países europeos, como España, Bélgica y Holanda; y americanos, como Canadá y algunos estados norteamericanos, como Massachusetts y California. En África, Sudáfrica acepta este tipo de matrimonio. El Derecho Romano exigía la diversidad de sexos, para contraer enlace. La definición de Modestino comenzaba diciendo: “Unión del hombre y la mujer…”, aún cuando en la práctica era habitual la existencia de parejas homosexuales, no estaban legitimadas.
4. Permanente: esto está relacionado con la característica de unidad, y está dado por la finalidad o intención al contraerse, de que perdure en el tiempo, aunque luego esto no suceda.
5. Legalidad: En la mayoría de las legislaciones del mundo se exige el cumplimiento de requisitos legales para celebrar el matrimonio, y luego de constituido el vínculo, la ley regula los derechos y deberes de los esposos.
Los fines por los que se constituye el matrimonio, son irrelevantes para el Derecho Civil, aunque el Derecho Canónico, privilegia el fin de la procreación y la educación de los hijos, subordinando a éste el de ayuda recíproca y satisfacción sexual. El Derecho canónico considera a esta institución de derecho natural, y la incluye entre los sacramentos.
Requisitos:
1.- Distinto sexo, en algunas legislaciones.
2. Consentimiento de las partes, sin vicios, que debe ser puro y simple, o sea, no estar sometido a condición, plazo o cargo.
3. Ausencia de impedimentos (edad legal, parentesco, matrimonio subsistente, demencia.)
En el antiguo Derecho español, se diferenciaban dos tipos de matrimonio: el religioso y el civil, u oculto, con iguales efectos. Las Partidas consideraron al matrimonio religioso como obligatorio, sancionando con multas a quienes contrajeran solo matrimonio civil, aunque se lo consideró válido. Las Partidas, consideraron que al ser oculto este matrimonio (se realizaba en forma privada) podía ser desconocido por cualquiera de las partes. El Concilio de Trento, en el año 1563 dictó el decreto Tametsi, que declaró nulos los matrimonios clandestinos, obligando su celebración ante un párroco o sacerdote y dos o tres testigos.
El matrimonio civil comenzó a reconocerse a partir de la reforma protestante, al negarle al matrimonio el carácter de sacramento. La primera ley que consagró el matrimonio civil fue la de Holanda, el 1 de abril de 1850, con carácter optativo, para permitir el matrimonio entre católicos, en un país protestante.
La obligatoriedad de matrimonio civil apareció como idea en la Revolución Francesa, considerándolo la Constitución de 1791, como un contrato civil. Reglamentando dicha Constitución se dictó el 20 de septiembre de 1792, la ley que estableció obligatoriamente el matrimonio civil en Francia, norma que fue copiada por la mayoría de los países del mundo.


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